El nido alberga un pollo mientras que el resto de los huevos no han eclosionado
Una pareja de ibis eremita (Geronticus eremita), ha anidado en los acantilados del Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate por segundo año consecutivo después de que en 2008 lograsen nidificar en libertad después de 500 años. Este hecho supone un nuevo éxito del Proyecto Eremita de la Consejería de Medio Ambiente en la conservación de una de las aves más amenazadas del planeta, ya que en los últimos años se ha perdido el 96 por ciento de la población mundial y hasta la fecha nunca se había conseguido que ejemplares de esta especie nacidos en cautividad se aclimatasen al medio natural e iniciasen las pautas de reproducción
Una pareja de ibis eremita (Geronticus eremita), ha anidado en los acantilados del Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate por segundo año consecutivo después de que en 2008 lograsen nidificar en libertad después de 500 años. Este hecho supone un nuevo éxito del Proyecto Eremita de la Consejería de Medio Ambiente en la conservación de una de las aves más amenazadas del planeta, ya que en los últimos años se ha perdido el 96 por ciento de la población mundial y hasta la fecha nunca se había conseguido que ejemplares de esta especie nacidos en cautividad se aclimatasen al medio natural e iniciasen las pautas de reproducción
Después de que un equipo de escaladores accediese al nido, se ha podido comprobar que uno de los pollos de la pareja ha salido adelante mientras que existen otros dos huevos que no han llegado a eclosionar. Los técnicos de la Consejería esperan que para finales de junio el pollo, que tiene más de 20 días, inicie el vuelo. El animal está muy desarrollado, 1,2 kg, y presenta un magnífico estado de salud. Además de anillarlo se le han tomado muestras de sangre para sexaje y analíticas.
La pareja actual de ibis eremita está formada por el mismo macho que el pasado año marcó un hito en la conservación de esta especie al nidificar en libertad después de cinco siglos. Por su parte, la única cría que sobrevivió de la nidada anterior, bautizada como “Trafalgar” por el equipo técnico de Medio Ambiente, se ha asentado en el litoral de la Janda integrándose en el grupo formado por el resto de ibis liberados por el proyecto en anteriores temporadas.
La delegada provincial de Medio Ambiente, Gemma Araujo, ha mostrado su satisfacción porque Cádiz consolide este nuevo éxito mundial del Proyecto y ha destacado el buen año de cría que se espera, con la reproducción de todas las parejas existentes. Así, junto a los dos ejemplares de ibis que han nidificado en libertad se encuentran otras cinco parejas reproductoras ubicadas en los aviarios del Retín con una puestas todas ellas de 4 huevos algunos de los cuales ya han eclosionado.
La delegada provincial de Medio Ambiente, Gemma Araujo, ha mostrado su satisfacción porque Cádiz consolide este nuevo éxito mundial del Proyecto y ha destacado el buen año de cría que se espera, con la reproducción de todas las parejas existentes. Así, junto a los dos ejemplares de ibis que han nidificado en libertad se encuentran otras cinco parejas reproductoras ubicadas en los aviarios del Retín con una puestas todas ellas de 4 huevos algunos de los cuales ya han eclosionado.
El Parque Natural de la Breña cuenta en la actualidad con un grupo formado por una treintena de ibis eremita que, tras su liberación experimental, se ha asentado en la Sierra del Retín. A estos ejemplares hay que sumarle otros cuatro pájaros que se han desplazado desde su zona habitual en Barbate hasta los campos de golf de Portugal donde se encuentran campeando.
Proyecto Eremita
Proyecto Eremita
La Consejería de Medio Ambiente puso en marcha en 2003 el Proyecto Eremita que cuenta con la colaboración del Zoobotánico de Jerez bajo el asesoramiento científico de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y el Grupo Internacional de Expertos en Ibis Eremita (IAGNBI). El objetivo consiste en depurar técnicas que faciliten en el futuro el establecimiento de colonias silvestres de esta especie en el medio natural, partiendo de ejemplares criados en cautividad en colecciones zoológicas.
Esta experiencia se desarrolla en el Zoobotánico de Jerez y en la comarca de La Janda, en una zona propiedad del Ministerio de Defensa que reúne condiciones muy favorables para la especie. Durante el año 2003 se llevó a cabo un estudio de campo para conocer la disponibilidad de hábitat y alimento adecuados para la especie. Durante los años siguientes se ha venido realizando la suelta, seguimiento y posterior captura de entre 25 y 30 aves cada año. Estas proceden de la colonia cautiva del Zoobotánico de Jerez y, a su vez, del programa internacional de cría en cautividad para esta especie. La técnica que hasta el momento ha resultado más eficaz en experiencias llevadas a cabo en otros países, consiste en la crianza a mano por parte de personas que hacen las veces de ‘padres adoptivos’, acompañando a las aves en sus primeros vuelos y enseñándoles dónde obtener alimento y refugio.
Presencia histórica
En el pasado lejano el ibis eremita presentaba poblaciones por toda la cuenca mediterránea, incluida la Península Ibérica donde se han hallado restos fósiles en cuevas del sureste y Gibraltar. Hasta hace aproximadamente un centenar de años presentaba poblaciones distribuidas por diferentes puntos de Europa central, norte de África y zona Este del Mediterráneo, pero ya a finales de los años 80 se conocía únicamente la existencia de dos poblaciones disyuntas (muy separadas entre sí), una de carácter residente distribuida por Marruecos y Argelia y otra, de carácter migrador, en Turquía. Esta última se consideró extinta en estado silvestre en 1989. Actualmente se conoce la existencia de dos poblaciones naturales, una localizada en el suroeste de Marruecos formada por dos colonias reproductoras y que con unos 300 ejemplares constituye la población más estable en libertad, y otra de reciente descubrimiento, localizada en la región de Palmyra, en Siria que cuenta con tan solo media docena de individuos.
Presencia histórica
En el pasado lejano el ibis eremita presentaba poblaciones por toda la cuenca mediterránea, incluida la Península Ibérica donde se han hallado restos fósiles en cuevas del sureste y Gibraltar. Hasta hace aproximadamente un centenar de años presentaba poblaciones distribuidas por diferentes puntos de Europa central, norte de África y zona Este del Mediterráneo, pero ya a finales de los años 80 se conocía únicamente la existencia de dos poblaciones disyuntas (muy separadas entre sí), una de carácter residente distribuida por Marruecos y Argelia y otra, de carácter migrador, en Turquía. Esta última se consideró extinta en estado silvestre en 1989. Actualmente se conoce la existencia de dos poblaciones naturales, una localizada en el suroeste de Marruecos formada por dos colonias reproductoras y que con unos 300 ejemplares constituye la población más estable en libertad, y otra de reciente descubrimiento, localizada en la región de Palmyra, en Siria que cuenta con tan solo media docena de individuos.
Dibujo de un ibis eremita
Al contrario que el resto de especies de la familia de los ibis, su hábitat se localiza entre las zonas tropicales y templadas, normalmente en regiones áridas con zonas escarpadas, fisuras, abrigos y repisas en las rocas. Su dieta es variada dependiendo del hábitat que exploten. Las presas más típicas son ortópteros (grillos, saltamontes, langostas), dermápteros (tijeretas), coleópteros (escarabajos), formícidos (hormigas y sus huevos), isópodos, arañas, escorpiones, moluscos y pequeños reptiles.
En peligro de extinción
El ibis eremita es un ave colonial, con un tamaño medio de 70 a 80 centímetros de altura, que habita en zonas áridas o semiáridas de estepas, pastizales y campos de cultivo. Esta especie, que se alimenta principalmente de insectos y de pequeños vertebrados, nidifica y tiene su refugio en cortados y acantilados costeros. Las poblaciones de Ibis eremita han sufrido un dramático declive a lo largo de los últimos siglos, provocado por la perdida de hábitat, persecución, y molestias causadas por el hombre, contaminación en tejido por pesticidas y la agricultura intensiva.
Remitido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía
No hay comentarios:
Publicar un comentario