FERNANDO HIRALDO, DIRECTOR DE LA ESTACIÓN BIOLÓGICA DE DOÑANA, AFIRMA QUE EL ESPACIO NATURAL TIENE PROBLEMAS, "PERO NO TAN GRAVES COMO ANTES"

Fernando Hiraldo, cuando era Vice-Director de la Estación Biológica de Doñana en el actual IES Pacheco en 1.996, en una conferencia que organizamos entre Ayuntamiento y el propio Centro, dentro del Programa "Diálogos con la Naturaleza".

El director de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), Fernando Hiraldo, ha dicho que Doñana tiene problemas, como el reciente vertido de crudo, "pero menos que hace cuarenta años, cuando comenzó su conservación".

Hiraldo, delegado del CSIC en Andalucía, opina que los últimos incidentes ocurridos en Doñana, como las denuncias al fiscal por riegos ilegales, la muerte de linces atropellados, el envenenamiento de águilas imperiales o el vertido de crudo son una concatenación de sucesos que no se deben de entender como un deterioro generalizado de este espacio protegido.
"Me preocupa que la gente tenga la idea de que la conservación no sirve para nada y de que Doñana se hunde; Doñana está ahora mejor que ha estado nunca y tiene menos amenazas de las que tenía, aunque siga teniendo problemas, como los va a tener siempre" ha aseverado.
En opinión de este veterano científico, vinculado a Doñana desde hace décadas (llegó en 1.974), este espacio protegido "siempre ha tenido problemas y los seguirá teniendo" pero su biodiversidad y su nivel de conservación "han mejorado, sin duda alguna, desde que comenzó su protección".

Para Hiraldo "es difícil pensar" que la conservación de Doñana "no ha mejorado" cuando se ha pasado de las 6.500 hectáreas con que nació la Reserva Biológica de Doñana en 1964 a las 110.000 del Espacio Natural de Doñana que suman los parques nacional y natural que ahora gestiona la Junta de Andalucía.
"Doñana tiene los problemas derivados de estar rodeada por un cinturón humano ocupado por más de seiscientas mil personas, pero estos problemas son ahora mucho menos graves que los que tenía en el pasado", ha aseverado.
Ha recordado que algunas de las "amenazas" sobre Doñana de hace unas décadas, como la construcción de una carretera por el litoral, la conversión en regadío de decenas de miles de hectáreas del Plan Almonte-Marismas o la plantación de miles de eucaliptos "ya no son posibles".
"No sólo se han superado amenazas seculares, sino que hay signos científicos evidentes de un aumento de su biodiversidad como no podía ser de otra manera por el efecto de las políticas de conservación", ha añadido.

Ha subrayado que especies como el morito o el avetoro, extinguidas durante décadas en Doñana, suman ahora poblaciones de miles de ejemplares o que aves como el elanio azul, el azor o el búho real, nidifican en este espacio protegido, en el que nunca antes se habían reproducido.
Hiraldo ha destacado como uno de los principales problemas la necesidad de contar con agua superficial y subterránea "en cantidad y calidad suficientes" y ha advertido de la sobreexplotación del acuífero que sustenta Doñana y de su contaminación "que no sólo es un peligro para Doñana, sino para las gentes del entorno".
En su opinión, las extracciones ilegales de agua "no se deben de consentir", pero también se debe de discriminar el regadío para plantaciones ecológicas del destinado a la agricultura intensiva y contaminante.

"La conservación de Doñana no se opone al desarrollo de la comarca, sino a un mal desarrollo; por eso creo que el Gobierno central y la Junta de Andalucía deben de encontrar ya una solución al problema del agua, pero no desde la prepotencia, sino hablando con la gente y buscando una solución inteligente", advierte.

Entre las medidas más urgentes que reclama Hiraldo destaca la conclusión del proyecto Doñana 2005, considerado la regeneración hídrica más importante de Europa, que pretende recuperar el complicado sistema de inundación y circulación del agua en estas marismas y cuya reanudación ha reclamado el Consejo de Participación de Doñana -máximo órgano de consulta de este espacio protegido- al Ministerio de Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino. El problema quizás es que el cargo de Director de la Estación Biológica se está politizando progresivamente, cuando Fernando es un buen científico, uno de los máximos espertos en rapaces de Europa. Su antecesor en el cargo, Miguel Ferrer, prácticamente fue cesado por enfrentarse éste al aparato político nacional y de la Junta de Andalucía cuando el desastre de Aznalcóllar.

Efe/Manuel J. Márquez Moy