José Antonio Gómez Periñán se acercó el pasado Viernes a Sanlúcar para tratar el Plan Romero del Rocío. Aprovechando los medios se produjo un encuentro improvisado para dar su versión sobre la presencia de lodos en la desembocadura del Guadalquivir, y así pretender dejar zanjado la problemática ambiental que él quiere insistir en que es un hecho normal. Ya incluso comentamos que se tienen datos desde los años 30 del siglo XX en la que se considera una condición natural del Río que acumule lodos de manera estacional periódicamente durante los meses de otoño y parte del invierno. Pero en esta ocasión esta situación no tiene nada que ver con ello. Lo que no es normal es que a fecha de hoy existan más de 52 embalses en la Cuenca del Guadalquivir. Eso es toda una brutalidad.
Por otro lado, si realmente tienen análisis, por Ley del 27/2.006 de 18 de Julio por la que se regulan los derechos de acceso a la información ambiental, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente debemos tener acceso a ellos para saber qué es lo que se ha analizado en el Estuario y qué resultados existen. Y cuando titulamos que Gómez Periñan vuelve a las andadas, para aquéllos que tengan buena memoria, en 1.998, año del desastre de Aznalcóllar, él era el Delegado Provincial de Agricultura y Pesca y vino varias veces a Sanlúcar de Barrameda para negar lo evidente que se reflejaban en los Informes Científicos. Anecdóticamente afirmaba que los langostinos donde acumulaban los elementos tóxicos era en la cabeza, así que desechándola no había problemas para consumirlos. En tal comparecencia ante un numeroso publico en el Salón de Plenos, arrancó las risas, ya que es costumbre que al consumir langostinos se succione el caldo acumulado en las cabezas de este marisco. Como Delegado del Gobierno de la Junta tendría que dar muchas explicaciones. A finales de esta semana el Programa de Investigación "Las Huellas de la Memoria" ofreceremos los primeros resultados científicos de la situación de los peces y alevines en el Estuario.
Por otro lado, si realmente tienen análisis, por Ley del 27/2.006 de 18 de Julio por la que se regulan los derechos de acceso a la información ambiental, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente debemos tener acceso a ellos para saber qué es lo que se ha analizado en el Estuario y qué resultados existen. Y cuando titulamos que Gómez Periñan vuelve a las andadas, para aquéllos que tengan buena memoria, en 1.998, año del desastre de Aznalcóllar, él era el Delegado Provincial de Agricultura y Pesca y vino varias veces a Sanlúcar de Barrameda para negar lo evidente que se reflejaban en los Informes Científicos. Anecdóticamente afirmaba que los langostinos donde acumulaban los elementos tóxicos era en la cabeza, así que desechándola no había problemas para consumirlos. En tal comparecencia ante un numeroso publico en el Salón de Plenos, arrancó las risas, ya que es costumbre que al consumir langostinos se succione el caldo acumulado en las cabezas de este marisco. Como Delegado del Gobierno de la Junta tendría que dar muchas explicaciones. A finales de esta semana el Programa de Investigación "Las Huellas de la Memoria" ofreceremos los primeros resultados científicos de la situación de los peces y alevines en el Estuario.
Manuel J. Márquez Moy
Señor periodista, haga el favor de leer este documento:
ResponderEliminarhttp://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=2008/04474
Sería de interés que alguien de relevancia contestara a sus preguntas.
Saludos cordiales.
No entiendo bien en qué dirección me pone usted eso por delante.¡Claro que hay que incentivar ciertas zonas, (que por cierto Sanlúcar no aparece como zona prioritaria y sí Trebujena), pero esta es la "ley" de destruir que ya se arreglará... Eso no podemos seguir permitiéndolo, vivir de subsidios, compensaciones a costa de hipotecar nuestras zonas de interés ecológico y económico.
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