Luis García Garrido, como Consejero de Obras Públicas en una de sus últimas firmas de Convenios con la Alcaldesa Irene García
Luis García Garrido ha sido un hombre clave del organigrama de la Junta de Andalucía, desde que llegó cuando era Presidente José Rodríguez de la Borbolla hasta su responsabilidad última como Consejero de Obras Públicas y Transportes, tras la marcha de Concepción Gutiérrez al Congreso de los Diputados. Ha sido toda una etapa en la Junta donde se han ido construyendo los cimientos de la Comunidad Autónoma Andaluza, y donde Luis ha sido un protagonista activo, receloso de las cámaras siempre, pero trabajador convencido de una causa. Ha tenido que ir sorteando las luchas internas de su partido que ha pasado por momentos muy críticos, pero su habilidad política le ha permitido superar esas etapas y estar al pie del cañón.
Luis nunca olvidó en su paso por la Junta durante los algo más de veinte años su lugar de origen, y a él se ha dedicado y volcado desde los distintos cargos que ha tenido.
“Yo creo que he cumplido con una etapa intensa en la Junta”, me declaraba el pasado sábado. “Ahora se me presenta otro reto algo más relajado, que me permitirá quizás disfrutar algo de mí mismo, para leer libros que tengo aparcados desde hace tiempo, por lo que me trasladaré a vivir a Madrid”. Ante mi pregunta sobre los convenios firmados con el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, García Garrido lo tenía claro, “yo he llevado a Irene todo lo que he podido, y lo he hecho como representante de una institución, no como Luis, ahora le toca a ella hacer el seguimiento a esos convenios con los que vienen detrás que son los representantes legítimos. Ahora a mí me toca pensar en el Senado, es una experiencia nueva para mi, contactos nuevos, ver si participo de alguna Comisión, en fin, otra vida ilusionante para los que nos hemos dedicado a la política toda la vida”. Realmente Luis ha sido una persona con poco descanso durante todos estos años, con fines de semana incluidos. Seguro que García Garrido se ganará rápidamente el respeto y la admiración de sus compañeros de la Cámara Alta. Representará a nuestra Comunidad Autónoma Andaluza y los intereses de Andalucía. Después su vinculación con el aparato central del partido, del PSOE, en Ferranz, será mucho más fluído, ya que el partido a nivel nacional no dejará escapar la oportunidad de contar con Luis García Garrido en Madrid.
Luis nunca olvidó en su paso por la Junta durante los algo más de veinte años su lugar de origen, y a él se ha dedicado y volcado desde los distintos cargos que ha tenido.
“Yo creo que he cumplido con una etapa intensa en la Junta”, me declaraba el pasado sábado. “Ahora se me presenta otro reto algo más relajado, que me permitirá quizás disfrutar algo de mí mismo, para leer libros que tengo aparcados desde hace tiempo, por lo que me trasladaré a vivir a Madrid”. Ante mi pregunta sobre los convenios firmados con el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, García Garrido lo tenía claro, “yo he llevado a Irene todo lo que he podido, y lo he hecho como representante de una institución, no como Luis, ahora le toca a ella hacer el seguimiento a esos convenios con los que vienen detrás que son los representantes legítimos. Ahora a mí me toca pensar en el Senado, es una experiencia nueva para mi, contactos nuevos, ver si participo de alguna Comisión, en fin, otra vida ilusionante para los que nos hemos dedicado a la política toda la vida”. Realmente Luis ha sido una persona con poco descanso durante todos estos años, con fines de semana incluidos. Seguro que García Garrido se ganará rápidamente el respeto y la admiración de sus compañeros de la Cámara Alta. Representará a nuestra Comunidad Autónoma Andaluza y los intereses de Andalucía. Después su vinculación con el aparato central del partido, del PSOE, en Ferranz, será mucho más fluído, ya que el partido a nivel nacional no dejará escapar la oportunidad de contar con Luis García Garrido en Madrid.
Manuel J. Márquez Moy
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