"Somos del tamaño de lo que vemos" (Fernando Pessoa)
Esto es una desembocadura. Me espetaba el otro día un pescador de caña en la orilla rodeado de varios sapos y albures muertos. Claro, yo no había caído que esto era una desembocadura, cómo podía ser tan bobo y no haberme dado cuenta que en una desembocadura es donde viene el río a morir a la mar. Y muere débil, enfermo y con cientos de síntomas de que ya llegó el final, desde que nace lúcido y claro entre las Sierras de Cazorla.
En una aclaración que hace en su gran ensayo “Teoría de los sentimientos” el Psiquiatra humanista Carlos Castilla del Pino, hace una clasificación referida al comportamiento de la persona a nivel mental para valorar su diagnóstico, distingue lo que es una situación normal, anormal, o patológica.
Pues algo de eso ocurre con nuestro río Guadalquivir y su desembocadura si le aplicamos este baremo metafórico a su estado. ¿Es normal su comportamiento?. Es decir, que desemboque y no sólo reciba las aguas fecales de cinco aliviaderos en Sanlúcar y de otros tantos en río arriba sin depurar, sino que además arrastre consigo todos los detritus de cada población ribereña por donde pasa. Y además de arrastrarlos consigo reciba vertidos de todo tipo. En estos últimos meses unos lodos de manera abundante. ¿Será normal?. Parece ser que estacionalmente el río siempre se ha comportado así, según apuntan algunos representantes de organismos oficiales y empresariales. El río siempre tuvo lodo, y como es una desembocadura pues con más razón.
Sí, claro, lo que ocurre que este año son anormales porque como hay sequía el río no tiene apenas agua y lo que pasa es que arrastra todos los sedimentos en suspensión. Pero es anormal este año porque ya se han hecho muchas obras en la cuenca, hay cada vez más embalses y este año como hay sequía la poca agua que tiene el río la han embalsado para riego de los campos. Entonces esto pasa todos los años, pero este en concreto, por la sequía, arrastra lodos, muchos lodos de por ahí arriba. ¡¡Sabe Dios de dónde viene eso!!. Y, claro en cuanto ha llovido unos días pues ha formado todo este lío de lodos en la desembocadura. Es que por ahí arriba están haciendo minas, está la Presa de Alcalá y desembocan todos los caños de Doñana y si no ha llovido en mucho tiempo todo eso viene para abajo ahora.
Hombre, y los lodos pues arrastra con todo, hasta lo de Aznalcóllar todavía viene para abajo, porque cuando pasó el accidente, todo eso está ahí abajo en el fondo de la desembocadura. Yo ví el água ácida llegar hasta aquí el sábado por la mañana de aquel año. Y ahora con la mina nueva que han hecho por ahí por la Algaba también tiran agua contaminada. Con razón hay menos pescado. Si nosotros hemos sido siempre la cloaca de todo. Antes bajaba el lodo en los años 50 con otro tipo de porquerías y ahora, como hay productos más fuertes todo eso viene para acá. Siempre nos han tratado igual.
¿Entonces es normal?. Pregunto. ¿¿¡¡¡¡¡¡ Normal cómo va a ser????!!!!. ¿¿Pues no te estoy contando???? . El río lo han puesto enfermo toda esa gente que manda. El lodo baja porque tiene que bajar, lo que pasa que otra playa no hay, y ahí enfrente es donde se cría el pescado y no lo vamos a tirar. De algo habrá que vivir, aunque ya la mar no cría apenas. Ahora lo que se pesca aquí es muy pequeño todo. Esto está muerto. Yo creo que hasta el pescado ya no sabe igual que antes. Igual que ha pasado con los tomates y las sandías que ya no tienen ni sabor porque se crían con productos que se le echan al campo, pues igual pasa con la mar.
En una aclaración que hace en su gran ensayo “Teoría de los sentimientos” el Psiquiatra humanista Carlos Castilla del Pino, hace una clasificación referida al comportamiento de la persona a nivel mental para valorar su diagnóstico, distingue lo que es una situación normal, anormal, o patológica.
Pues algo de eso ocurre con nuestro río Guadalquivir y su desembocadura si le aplicamos este baremo metafórico a su estado. ¿Es normal su comportamiento?. Es decir, que desemboque y no sólo reciba las aguas fecales de cinco aliviaderos en Sanlúcar y de otros tantos en río arriba sin depurar, sino que además arrastre consigo todos los detritus de cada población ribereña por donde pasa. Y además de arrastrarlos consigo reciba vertidos de todo tipo. En estos últimos meses unos lodos de manera abundante. ¿Será normal?. Parece ser que estacionalmente el río siempre se ha comportado así, según apuntan algunos representantes de organismos oficiales y empresariales. El río siempre tuvo lodo, y como es una desembocadura pues con más razón.
Sí, claro, lo que ocurre que este año son anormales porque como hay sequía el río no tiene apenas agua y lo que pasa es que arrastra todos los sedimentos en suspensión. Pero es anormal este año porque ya se han hecho muchas obras en la cuenca, hay cada vez más embalses y este año como hay sequía la poca agua que tiene el río la han embalsado para riego de los campos. Entonces esto pasa todos los años, pero este en concreto, por la sequía, arrastra lodos, muchos lodos de por ahí arriba. ¡¡Sabe Dios de dónde viene eso!!. Y, claro en cuanto ha llovido unos días pues ha formado todo este lío de lodos en la desembocadura. Es que por ahí arriba están haciendo minas, está la Presa de Alcalá y desembocan todos los caños de Doñana y si no ha llovido en mucho tiempo todo eso viene para abajo ahora.
Hombre, y los lodos pues arrastra con todo, hasta lo de Aznalcóllar todavía viene para abajo, porque cuando pasó el accidente, todo eso está ahí abajo en el fondo de la desembocadura. Yo ví el água ácida llegar hasta aquí el sábado por la mañana de aquel año. Y ahora con la mina nueva que han hecho por ahí por la Algaba también tiran agua contaminada. Con razón hay menos pescado. Si nosotros hemos sido siempre la cloaca de todo. Antes bajaba el lodo en los años 50 con otro tipo de porquerías y ahora, como hay productos más fuertes todo eso viene para acá. Siempre nos han tratado igual.
¿Entonces es normal?. Pregunto. ¿¿¡¡¡¡¡¡ Normal cómo va a ser????!!!!. ¿¿Pues no te estoy contando???? . El río lo han puesto enfermo toda esa gente que manda. El lodo baja porque tiene que bajar, lo que pasa que otra playa no hay, y ahí enfrente es donde se cría el pescado y no lo vamos a tirar. De algo habrá que vivir, aunque ya la mar no cría apenas. Ahora lo que se pesca aquí es muy pequeño todo. Esto está muerto. Yo creo que hasta el pescado ya no sabe igual que antes. Igual que ha pasado con los tomates y las sandías que ya no tienen ni sabor porque se crían con productos que se le echan al campo, pues igual pasa con la mar.
Manuel J. Márquez Moy
No hay comentarios:
Publicar un comentario