YO QUIERO SER SOCIALISTA COMO ERNESTO CATALÁN

El histriónico Ernesto Catalán, actualmente persona de confianza de Irene García, se ha trasladado recientemente a la Unidad de Fiestas para gestionar la Feria de la Manzanilla.

"Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero".(Voltaire)











A Ernesto Catalán no le conozco de ahora, cuando se ha convertido en una persona relevante en el Partido Socialista Obrero Español de Sanlúcar (ahora en plan Comisión Gestora desde la ruptura entre los seguidores de Germán Mora y los de Irene García). Empezamos a trabajar juntos, pero no revueltos en la añorada Casa de la Juventud, la única que ha tenido este Ayuntamiento, en la Avda. Cabo Noval, cuando la moción de censura contra José Luis Medina Lapieza en 1.987, y la entrada en el Gobierno Municipal del tripartito PSOE-CDS-AP. El Delegado de Juventud y Medio Ambiente era Agustín Cuevas, yo con 18 años era la persona de confianza de él en los asuntos medioambientales y Ernesto por allí andaba, afiliado al Partido Socialista Obrero Español, haciendo de “correveidile” del nuevo Delegado. Hubo una diferencia, yo me convertí desde entonces en el chico rebelde que denuncié a Agustín Cuevas y eso nunca se debe hacer, y Ernesto tenía amplias tragaderas para el servicio al poder. Como persona fiel a Agustín fue ascendiendo paralelo al Delegado, y no sé cómo se las ingeniaba para estar siempre junto al líder que tocara en cada momento dentro del Partido Socialista Obrero Español, pero siempre con el líder, nunca con el perdedor, para taparle las vergüenzas, o los atropellos que cometiera el respectivo gurú del PSOE local.
Su fidelidad era tal que su entrega era total para asuntos presuntamente oscuros y sospechosos que le otorgaron con el tiempo galardones por la “causa socialista”. Tantos galardones consiguió que un día me lo encuentro de Funcionario Municipal, no tengo ni idea si opositando, porque los libros realmente nunca había sido su fuerte. Hubo un tiempo en que si algo tenías que gestionar en el Ayuntamiento todos los caminos te conducían sorpresivamente a Ernesto.
Admiraba ese socialismo suyo de preocuparse por los más favorecidos, porque éstos necesitaban más atenciones, y su socialismo era un socialismo renovado y sui generis que durante años ha ido ganando adeptos.





Yo nunca tuve la suficiente valentía para hacerme militante del PSOE, porque veía reflejado en Ernesto que eso suponía demasiado compromiso y sacrificio para estar el primero y marcharse el último en los actos del partido. Yo nunca llegaría a ser como Ernesto que tenía una sonrisa burlona o de complicidad para todos. Cuando el Caso Sanlúcar, antes de la famosa rueda de Prensa nocturna casi en directo de Antonio Sanz y Manuel Ramírez “Cunete”- recuerdan el caso Sanlúcar supongo en 1.999-, poco antes le había visto en un coche acompañando a José Luis Cuevas (Socialista de pro), hoy en AS (Alternativa Sanluqueña). Como buen socialista miraba por el pueblo, no tenía horas para revisar junto a José Luis Cuevas dónde había que poner semáforos nuevos, o cualquier gestión para el bien de la ciudad, y del PSOE, que eso es lo que supongo que estaría haciendo.

Yo nunca pude tener un gran coche como él, ni codearme con su gente, ni siquiera participar en reuniones importantes del PSOE, bueno, eso sí, en los Ajos políticos donde se hablaba de lo humano y lo divino del socialismo actual que seguía con atención Ernesto. No recuerdo si un día me preguntó por un tal Pablo Iglesias, pensando que era un contratista de obras, ya que presuntamente anduvo también en presuntos negocios inmobiliaros, por el bien del PSOE.

Y ahí está, manejando el barco de la ciudad, desde el Gabinete de Alcaldía, listo como el hambre. Aunque ahora se ha destinado él mismo a Fiestas para gestionar la ímproba función de tratar con los caseteros, pues ya es veterano en estas lides, y así ayuda a Jesús Villegas por el bien del PSOE.

¡Me cachi en la mar por no aprender a mirar para otro lado como el socialista Ernesto Catalán, y no que he terminado convertido en un proscrito del PSOE!. ¡Qué deshonra la mía!.





Manuel J. Márquez Moy